MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES EN SeMUJERES: EL CASO MÓNICA CHÁVEZ

En el Estado de México, donde la política suele mezclarse con los rumores como el café con el pan, la Secretaría de las Mujeres (SeMujeres) ha sido blanco de una tormenta… pero no precisamente institucional. Desde hace semanas circulan en redes sociales quejas, acusaciones y lamentos sobre supuestos malos tratos y despidos irregulares dentro de la dependencia que encabeza Mónica Chávez Durán. Sin embargo, como bien dice el refrán: mucho ruido y pocas nueces.

Hasta el momento, ni la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, ni la Contraloría Interna de la SeMujeres, ni la Contraloría del Ejecutivo estatal, ni el OSFEM, ni mucho menos la Procuraduría de Protección a las Mujeres han recibido una sola denuncia formal contra la secretaria. Todo se ha quedado, literalmente, en chismes de Facebook, cadenas de WhatsApp y publicaciones llenas de frustración de extrabajadoras y extrabajadores que —por razones diversas— hoy ya no forman parte de la nómina.

En contraste, quienes continúan laborando en la dependencia aseguran que, lejos de una crisis, la titular ha buscado acuerdos con algunas de las personas inconformes. De hecho, se comenta que varios de los casos más visibles de “inconformidad digital” fueron atendidos directamente por la secretaria y llegaron a resoluciones internas. Es decir, la famosa “cacería de brujas” que tanto se promovió en redes no ha pasado de ser una serie de gritos virtuales sin eco institucional.

Y mientras la crítica se desgasta en el teclado, SeMujeres ha dado un golpe seco —como cachetada con guante blanco— al presentar “Unidas Contigo”, una estrategia integral de atención y acompañamiento a mujeres mayores de 18 años en situación de violencia. El programa operará inicialmente en los 11 municipios con Alerta de Violencia de Género, y contempla un apoyo económico directo de nueve mil pesos repartidos en tres pagos bimestrales, además de respaldo psicoemocional y jurídico. Todo esto a través de las Unidades de Atención a Mujeres en Situación de Violencia (UNIDAS), que ya comienzan a fortalecerse en territorio mexiquense.

¿Es esto una jugada política para acallar críticas? ¿Una estrategia de contención mediática? ¿O simplemente el reflejo de que, mientras algunos gritan en redes, otros siguen trabajando?

En política, como en la vida, los resultados son el mejor antídoto contra las habladurías. Y en este caso, aunque haya molestias legítimas entre quienes hoy ya no pertenecen a la estructura, lo cierto es que en los canales institucionales no hay ni una sola denuncia contra Mónica Chávez. Lo demás, por ahora, es ruido.

Queda claro que las redes sociales son un espacio válido para expresar inconformidades, pero también lo es que el debido proceso, los canales legales y las vías institucionales son las que realmente marcan diferencia. Si no hay denuncias formales, no hay proceso. Y sin proceso, todo se reduce a especulación. Porque, como bien sabemos en este gremio, los hechos son sagrados, pero las opiniones… tienen que sustentarse en algo más que un “me dijeron”.

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