
- El Grupo Parlamentario del PVEM (GPPVEM) propuso que el Instituto Mexiquense de la Juventud (IMEJ) promueva actividades de protección, trato adecuado, conservación y cuidado animal.
- México ocupa el tercer lugar mundial en maltrato animal y registra 29.7 millones de perros y gatos en situación de calle, expuso la diputada Alejandra Figueroa.
Para fomentar una cultura de respeto, empatía y responsabilidad hacia los seres sintientes; generar conciencia; y reconocer que el bienestar animal es un pilar fundamental para una sociedad más justa, la bancada del PVEM en la LXII Legislatura planteó que el Instituto Mexiquense de la Juventud (IMEJ) promueva entre las personas jóvenes actividades de protección, trato adecuado, conservación y cuidado animal, a fin de favorecer el bienestar animal.
De acuerdo con la reforma a la Ley de Juventud estatal, expuesta por la diputada Alejandra Figueroa Adame (PVEM), con estos ajustes el IMEJ podría impulsar programas de voluntariado y activismo juvenil en favor de la protección y el rescate animal; generar espacios de participación en iniciativas de adopción responsable, esterilización y erradicación del maltrato animal; y fortalecer la cultura del respeto hacia los animales como parte del desarrollo integral de las juventudes mexiquenses.
La iniciativa de la bancada, coordinada por el diputado José Alberto Couttolenc Buentello, señala que, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal, México ocupa el tercer lugar mundial en maltrato animal. A ello se suma que organizaciones civiles estiman que más del 70 por ciento de los animales domésticos del país —alrededor de 80 millones de mascotas— han sufrido algún tipo de maltrato.
Agrega que el trato que se da a los animales refleja directamente la humanidad y la salud del tejido social. Asimismo, enuncia estudios cuyos resultados demuestran que la interacción positiva con animales beneficia la salud física y mental, al reducir la ansiedad, aliviar la depresión, aumentar la sensación de bienestar y reforzar la autoestima y el sentido de responsabilidad.
Por lo anterior, afirma, la protección de los animales es vital para la supervivencia de los ecosistemas y de la biosfera que sostienen la vida humana.
En este contexto, las juventudes juegan un papel clave, pues pueden comprender mejor el impacto de las acciones humanas en los seres sintientes, evitar la adquisición de especies exóticas y actuar de manera responsable en la naturaleza.