CHIMALHUACÁN EXIGE DERECHO AL AGUA

  • Por negligencia administrativa, más de 50 mil habitantes de El Ejido de Santa María carecen de agua potable 

Chimalhuacán, Estado de México.- Autoridades auxiliares de El Ejido de Santa María, Chimalhuacán y cientos de vecinos de Corte La Palma, Xologuango, Escalerillas  y San Pablo, acudieron a las oficinas de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CNDH), que dirige Tania Reneaum Panszi, para denunciar la actitud negligente de la Presidenta Municipal Xóchitl Flores Jiménez, ante la falta de agua potable en toda la zona. 

Entrevistados a las afuera de las oficinas ubicadas en Polanco, el delegado municipal Isidoro Buendía Buendía, quien vive en Corte Huatongo, e Itzel Flores Machica, subdelegada de Corte La Palma, informaron que llevan 15 meses sin agua potable en los domicilios, a pesar de que la administración anterior dejó la infraestructura hídrica para la captación, almacenamiento y distribución de agua para todos los habitantes de la zona, pero que “la alcaldesa y su equipo operador del agua no se han preocupado por abastecer del líquido a la ciudadanía”

El Ejido Santa María cuenta con tres pozos (Buena Vista, Huatongo y La Palma) y cinco tanques de almacenamiento (Yautlatli, con una capacidad de 650m3; Niño Artillero con 6,050m3; Nopalera, Arboledas y La Joya que almacenan 1,500m3 cada uno). Además, agregaron, existen las redes de distribución, válvulas, etc., para garantizar que cada domicilio tenga agua potable, “pero el agua no fluye”.

Los funcionarios informaron que uno de los problemas que origina el desabasto de agua en el Ejido de Santa María es el cambio constante de directores y trabajadores del Organismo Descentralizado de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS), dijeron que “en los 15 meses que lleva la administración de Xóchitl Flores, ha tenido cuatro directores y ninguno de ellos ha podido controlar la distribución de agua, problema que origina el desabasto del vital líquido a más de 50 mil vecinos que viven en la zona”.

Los directores que han pasado por el ODAPAS son: Bolívar Barrera, Efraín Miguel y Jorge Sabino, quienes fueron retirados del cargo ante actos de corrupción, acoso laboral y acoso sexual en que incurrieron y que “los traían distraídos y no dieron solución a los problemas de escasez de agua. Además de que despidieron al personal que sabía controlar la distribución de agua… la actual directora Miriam Lira Rodríguez tampoco resuelve”, aseguró el delegado municipal. 

En junio del año pasado, el ODAPAS informó que suspendería el suministro de agua potable, por fallas en el pozo “Buenavista”. Después de la presión de las familias afectadas, el cinco de julio, la alcaldesa Xóchitl Flores realizó la reapertura del pozo e informó que darían agua a las familias de La Palma primera y segunda sección; que las obras de mantenimiento proporcionarían 70 litros por segundo, lo que garantizaría el suministro de agua para todas las familias de la zona. “Pero nada de eso fue cierto, el agua no llega a las casas”, aseguró la subdelegada Itzel Flores.

La subdelegada también señaló que le dieron la confianza a la administración morenista con la esperanza de que “ahora sí tendríamos agua en nuestros hogares”, pero no fue así “sigue la escasez de agua”. En febrero del 2023, la administración municipal informó, a través de un comunicado, que suspenderían nuevamente el funcionamiento del pozo Buenavista ”porque realizaría otras reparaciones”; “desde entonces no tenemos agua y en el ODAPAS no hay quien atienda a la población, no hay solución”.

Ante su desesperación, en repetidas ocasiones, las familias del Ejido Santa María han cerrado las oficinas del ODAPAS que se encuentran en el Corte San Pablo y las centrales que se localizan en El Puerto; asimismo, han realizado otras medidas de presión, como bloquear la carretera México-Texcoco, para que les autoricen agua a través de carros cisterna, “pipas”,  pero todo eso solo han sido paliativos para tener agua.

La mayoría de las amas de casa de la zona se ven obligadas a comprar agua a pipas particulares, pero sus gastos mensuales se elevan entre 500 a los 3 mil pesos, pues el tambo de agua de 200 litros lo consiguen de 30 a 50 pesos, el costo de la pipa va de los mil a los 3 mil pesos, lo que daña la economía familiar.

El sector estudiantil también sufre la carestía de agua: hay escuelas de la zona que han tenido que suspender clases por falta del vital líquido. “Tenemos que pedir a los padres de familia que traigan una cubeta con agua de sus casas, pero ahí tampoco tienen. Cuando no hay agua para los sanitarios, se vuelve complicado tener a los jóvenes en la institución”, comentó la profesora Margarita Baltazar de la preparatoria 236.

Ante la falta de solución a su demanda, los vecinos y autoridades auxiliares decidieron acudir a otra instancia gubernamental como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: denunciar públicamente a la presidenta municipal Xóchitl Flores Jiménez por el daño económico, social y sanitario que causa a miles de ciudadanos que habitan del Ejido Santa María Chimalhuacán. 

Los funcionarios municipales señalaron que esperan que la delegada de la Comisión Interamericana los escuche y se sume a su denuncia para obtener una solución a la grave escasez de agua que padecen en la región.

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