NUTRIÓLOGOS Y PSICÓLOGOS A TODAS LAS ESCUELAS

A fin de garantizar el bienestar mental y nutricional de los estudiantes, las diputadas locales del PAN, Brenda Escamilla Sámano y Karla Leticia Fiesco García proponen reformar la Ley de Educación del Estado de México para que las escuelas de nivel básico, medio y medio superior, cuenten con psicólogos y nutriólogos que ayuden a que las niñas, niños y adolescentes, alcancen una mejor calidad de vida.
La diputada Brenda Escamilla manifestó “garantizar el bienestar mental y nutricional, es la mejor inversión que se puede hacer por las nuevas generaciones. La incorporación de psicólogos y de nutriólogos en las escuelas posibilitará la generación de climas escolares positivos y entornos seguros, sin violencia y sin duda alguna, favorecerá el trabajo conjunto entre las familias y las autoridades escolares”.

Desde la máxima tribuna de la entidad mexiquense, la legisladora señaló que “se debe garantizar el bienestar mental y nutricional de los estudiantes mexiquenses, sin objeciones presupuestales o estructurales, para que las niñas, niños y adolescentes tenga un cuerpo y una mente sana y fuerte, que los ayuden a alcanzar sus sueños”.

Escamilla Sámano mencionó que “los datos del Centro Integral de Salud Mental del Instituto de Salud del Estado de México, revelan que se ha atendido a mil 700 pacientes, de los cuales, el 50% presentaron depresión en diversos grados. Los números siguen aumentado, lo cual refleja que las estrategias emprendidas no han dado los resultados esperados y es por eso que urge un cambio de ruta”.

Durante la exposición de motivos de la iniciativa, Brenda Escamilla puntualizó “que se debe reconocer que las niñas, niños y adolescentes enfrentan graves problemas que afectan su salud mental y emocional, pero también problemas que afectan su salud física por problemas relacionados con la nutrición”.

Refirió que el gobierno federal reconoce que la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad infantiles constituyen una “doble carga” para la salud, toda vez que conllevan efectos adversos en el crecimiento físico y el desarrollo intelectual de los menores e incrementan el riesgo de la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles que se traducen en discapacidad y muerte prematuras.

“De acuerdo con la ENSANUT 2018, nuestra entidad muestra que el 12% de la población de 12 a 19 años padece obesidad, por ello se considera necesario que las escuelas puedan atender a la población a incorporar conocimientos, conductas y actitudes alimentarias de manera gradual y sistemática; que sean espacios de detección para la prevención de la salud mental y nutricional”, agregó. La iniciativa fue turnada a comisiones para su análisis.

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