ALFARERÍA DA VIDA A SONIDOS PREHISPÁNICOS

Confeccionan silbatos para emitir sonidos prehispánicos.
Comparte artesano sus conocimientos con nuevas generaciones para conservar sus raíces.

Teotihuacán, Estado de México, 9 de mayo de 2021. La alfarería es otra de las producciones artesanales que realizan maestras y maestros artesanos en la llamada “Ciudad de los Dioses”, para darle vida a los sonidos prehispánicos.

Rosalío González Ortega, maestro originario de San Juan Teotihuacán, lleva más de 30 años creando ocarinas, pequeños instrumentos de aliento elaborados con barro que tienen dos, tres y cuatro orificios para producir varios sonidos.

“Yo inicié a los 22 años ayudándole a mi padre; él moldeaba las máscaras y a mí me dejaba pulirlas, así fui aprendiendo el trabajo. Posteriormente surgió la necesidad de generar ingresos económicos y es como me voy adentrando al oficio”, comentó.

Anteriormente los instrumentos prehispánicos tenían el nombre de Tlapitzalli, en la actualidad les llaman ocarinas, silbatos y chifladores. Los sonidos que emiten parecen imitar al viento, a ciertas aves y animales como el jaguar, pero hay unos que producen gritos y aullidos aterradores.

El proceso de elaboración implica dedicación, tiempo y creatividad, desde que se consigue el material hasta terminar la artesanía.

“Todo esto inicia desde que sustraemos el barro de la mina, lo acarreamos en costales hasta nuestros hogares, lo preparamos durante cuatro días y lo empezamos a trabajar con plumilla para poder moldear y realizar las piezas. Por último, hago la decoración. Estas piezas son únicas por su diseño y porque ya no existen muchos artesanos que las realicen. Cabe mencionar que la cocción todavía la realizo con leña”, detalló el maestro artesano.

El tiempo para realizar estas hermosas artesanías es de 20 a 30 minutos, según el tamaño y diseño de cada pieza.

Sus productos los comercializa en la región de su municipio y asistiendo a ferias organizadas por el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM).

Como parte de la preservación de esta bella actividad, les enseña a las nuevas generaciones para que no se pierda el arte de elaborar estos silbatos que emiten una infinidad de sonidos.

“Vivimos de esto y conservamos nuestras raíces, yo invito al público a consumir las artesanías que se hacen en nuestro estado, debemos consumir local”, finalizó.

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